Jaime Paz Zamora: No sé si Evo trabaja en Palacio pero que vuela en aviones sí

A propósito del viaje de Evo Morales a Cuba por motivo de salud, debido al ritmo de trabajo que mencionan los operadores del gobierno, el expresidente Jaime Paz Zamora expresó su desconocimiento si el actual mandatario hace un trabajo efectivo en Palacio de Gobierno.

El expresidente concedió una entrevista a Gigavisión en Santa Cruz, donde fue consultado sobre el justificativo del oficialismo en sentido que Morales trabaja 18 horas al día. Paz Zamora respondió entre sornas: “Bueno no sé si trabaja, pero que vuela en avión y helicóptero sí. No sé qué hace en los vuelos, porque trabajo en Palacio no hace. O sea, el presidente está en movimiento”.

Reconoció que Morales es el presidente que visitó todos los rincones del país pero atribuyó a la disponibilidad de dinero proveniente del gas para comprar un avión de 50 millones de dólares y helicópteros de 30 millones de dólares. “Y está bien que Bolivia tenga ese equipamiento”, afirmó.

“Yo tenía un pequeño avioncito al que le decía ‘…salta, salta, salta, pequeña langosta…’ porque no podía volar más allá de dos horas. Ese era el avión, entonces las cosas han cambiado y está bien que (Morales) esté visitando todo el país. Entonces yo diría que más que un presidente trabajando, tenemos un presidente en movimiento, que es distinto”.

Jaime Paz dijo que cada mandatario tiene su estilo y recordó que cuando era presidente de la república, se sentaba a trabajar y cuando necesita, llamaba a un ministro del área para recabar información y tomar decisiones.

“Era mi estilo. Tal vez (Evo) tiene el estilo sindical, pero finalmente el presidente es un presidente sindical. Los dirigentes sindicales normalmente van con maletincito bajo el brazo y están siempre en movimiento, es un poco el estilo de un dirigente sindical (sonríe). Yo en mi experiencia necesitaba estar quieto, tranquilo, pensando las decisiones a tomar para no equivocar”, dijo al recordar que el exlíder sindical Juan Lechín Oquendo atendía sus asuntos debajo de un árbol en El Prado de La Paz.