Al ritmo de tambores, fuegos artificiales y jallallas se lanzó, un 20 de diciembre de 2013, el primer satélite boliviano Túpac Katari desde el centro espacial de Xichang en China.
Con el satélite, a 36 mil kilómetros de altura, sabíamos que iba a mejorar las comunicaciones en Bolivia, que podríamos acceder a internet a bajo costo, además de televisión por cable para todos; al menos eso nos hicieron creer.
Se informó que ingresaría a un último período de prueba, por tres meses, para comenzar a emitir frecuencias en marzo de 2014, vale decir, hace 1 año y 9 meses atrás. Pero, actualmente ¿cuáles son los beneficios del famoso y tan llorado satélite?
LO UTÓPICO Seremos un país libre. Ya no compraremos internet de otros satélites, todos tendrán televisión gratis... Alégrense compañeros, decía el vicepresidente Álvaro García Linera.
Muchos países comprarán el servicio del satélite Túpac Katari, informó el director de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), Clifford Paravicini.
El satélite Túpac Katari es mejor que otros satélites extranjeros, anunciaba el director de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana.
Este servicio brinda acceso a la televisión por suscripción en todo el territorio nacional con alta calidad y precios al alcance de la población boliviana, comunicaba la telefónica estatal ENTEL.
LO REAL Pero también quedamos sorprendidos con que no beneficiará a los sectores de la agricultura y educación porque no saca fotos, no reconoce sembradíos y no puede medir variables meteorológicas para predecir inundaciones, según confirmó la experta en satélites geoestacionarios Margaret Rouse, al añadir que el satélite solo retransmite televisión abierta con calidad estándar (SD) y no HD (High Definition).
En este sentido, miles de cibernautas criticaron y mostraron su molestia en las redes sociales y otros sitios especializados.
Lo grave es que Bolivia gastó 302 millones de dólares en la compra de este satélite, que considero una estafa andina.
Comparando la oferta de televisión por cable de ENTEL con otras empresas, la primera es de 183 bolivianos por 144 canales al mes, mientras que COMTECO ofrece 103 canales por 188 bolivianos; la empresa COTEL tiene 97 canales por 196 bolivianos, TIGO STAR con 93 canales por 171 bolivianos, considerando sus planes básicos.
No existe la rebaja ni el acceso que prometieron las autoridades nacionales. La rebaja en los precios de internet no se debe precisamente al satélite. Desde abril de 2014, ENTEL se interconectó al tendido de fibra óptica de Argentina y Brasil para abaratar los costos.
EN CONCLUSIÓN Bolivia, invirtió 302 millones de dólares en el satélite chino, Perú contrató la construcción de un satélite de última generación por 213 millones de dólares y autoridades bolivianas, anunciaron la construcción de otro satélite de prospección por 80 millones de dólares.
Teniendo estos datos y con las promesas que hicieron al momento de su lanzamiento, actualmente deberíamos gozar de internet con fibra óptica, un servicio telefónico con tarifas más bajas y televisión satelital en lugares alejados.
Todo parece indicar que el gasto en el satélite Túpac Katari no es otra cosa que el mayor ejemplo de la política de despilfarro de los recursos provenientes de la bonanza gasífera puesta en práctica de manera irresponsable por la administración del Gobierno, reitero, una estafa andina.