El expresidente y aún vocero de la causa marÃtima, Carlos Mesa, calificó como "verdaderos engendros" las dos colosales construcciones que se realizan en plaza Murillo de la ciudad de La Paz. Se trata de 'La Casa del Pueblo' y el nuevo edificio para la Asamblea Legislativa.
"Desde el punto de vista de la ciudad se trata de una agresión sin precedentes, que destruye lo poco que quedaba de coherencia en su casco histórico", detalla una publicación realizada en su sitio en internet.
Explica que "la ampliación de ambos espacios no consideró ni por un segundo adecuarla a dos premisas: la armonÃa arquitectónica con el entorno y el respeto a la proporción de las edificaciones existentes en su contexto urbanÃstico".
El también historiador sostiene que detrás de ambas edificaciones existe una justificación "ideológica", que busca reflejar que "el Estado Plurinacional será recordado “por siempre” a través de los dos sÃmbolos fÃsicos de su paso por la historia y del poder que los representa.
"Ambos monstruos de concreto serán la sombra permanente colocada literalmente encima del pequeño Palacio gubernamental y la Catedral, y en la otra acera aplastando la cúpula de la sede del Legislativo. No ha sido casual ni el tamaño, ni la forma, ni el lugar. Sólo asà se puede entender la irracionalidad de una mole de veintinueve plantas para albergar al Presidente y al Ministerio de la Presidencia y otra de veinte plantas para los asambleÃstas. En realidad nos dicen: '¡Aquà estamos y aquà nos quedaremos representados en estos gigantes para que no se olviden nunca que este modelo polÃtico aniquiló y sustituyó al viejo régimen!'".
Concluye señalando que "La Paz –una vez más- tiene que pagar el incalculable precio de lo que es una combinación de imposición y megalomanÃa que infiere una herida de muerte a nuestro centro histórico, probablemente sin antecedentes en América".