El mundo del contrabando tiene sus propias reglas, sus equipos tecnológicos y hasta su propio tarifario en las trancas de control. Las mafias, que en su mayorÃa son clanes familiares, “acordaron” con uniformados una escala de precios para que puedan pasar su mercaderÃa. El más alto es el puesto de Challapata, en Oruro, donde los contrabandistas pagan a policÃas 2.500 bolivianos para que un camión pueda pasar.
Hay 19 trancas en el departamento de Oruro que tienen un precio para dejar pasar mercaderÃa ilegal.
EL DEBER accedió a un informe militar que revela el nexo entre contrabandistas y policÃas que están destinados en diferentes puntos del departamento de Oruro. En el documento se evidencia un listado de 19 puntos de control en localidades orureñas. Este informe revela que los contrabandistas “acordaron” con policÃas el pago de un monto de dinero en cada puesto de control para que los camiones que introducen mercaderÃa ilegal puedan pasar sin ningún tipo de revisión.
El pago más alto es el de Challapata, localidad que volvió a convertirse en el núcleo del contrabando, sobre todo de vehÃculos indocumentados. En esa tranca las mafias pagan 2.500 bolivianos por camión. Una de las trancas con pago menor es la de Sevaruyo, localidad que está al medio de los municipios de Challapata y Uyuni.
“Cada camión cargado con mercaderÃa de contrabando paga determinadas sumas de dinero para pasar las trancas sin mayores contratiempos. Los montos son detallados a continuación (ver infografÃa), que son recaudados en trancas y provincias, sirven para que los funcionarios policiales subalternos recuperen lo cancelado por anticipado para ser destinados a estas localidades”, dice parte del informe militar.
El documento también revela una red de policÃas que tienen contactos con clanes familiares que operan con el contrabando. El informe revela desde coroneles hasta suboficiales que estarÃan involucrados con las mafias.
Además, en el texto militar se muestra que los policÃas pagan a sus superiores determinadas sumas de dinero para ser destinados a zonas rojas del contrabando con el fin obtener dinero proveniente de las mafias dedicadas al transporte de mercaderÃa ilegal.