A un costado de la Feria de Vacunos en Patacamaya, a 90 km de La Paz, otro comercio se instala cada domingo. AllÃ, a lo largo de la avenida 16 de Julio, casi tres centenares de vehÃculos chutos o sin papeles son comercializados desafiando a la ley.
“Este minibús Nissan 2006 cuesta $us 5.500 y está recién llegadito de Iquique, se lo doy último en $us 5.400”, oferta un vendedor desde el habitáculo cuyas llantas con arena y polvo llevan las huellas de haber recorrido caminos de tierra. En el parabrisas hay una inscripción con tinta blanca que dice Modelo: 2006 Iquique, Código 8GRSP51. Ese Nissan, pero con papeles, puede valer $us 13.000.
En cinco cuadras de la avenida 16 de Julio, a unos 200 metros de la antigua carretera internacional en Patacamaya, los chutos o autos indocumentados son exhibidos cada domingo al lado de la Feria de Vacunos, donde se venden y compran animales.
La Razón visitó a fines de mayo la gigante feria de autos chutos en Pampa Colorada, en el norte de PotosÃ. Ese lugar se encuentra a 425 km y seis horas de la sede de gobierno, pero el nuevo punto de comercialización se encuentra a dos horas de La Paz, en Patacamaya, camino a Oruro.
En la zona Asunción, la avenida 16 de Julio es conocida por todos, por ser el lugar donde se pueden adquirir autos ilegales sin la necesidad de ir a Iquique, Pampa Colorada o La Asunta (en los Yungas), las otras ferias, según constató este medio. En Bolivia, todavÃa está vigente el Decreto Supremo 29836 de 2006, que prohÃbe el ingreso de autos con más de cinco años de antigüedad, un delito que ahora es perforado cada domingo en Patacamaya.
El 15 de septiembre se pudo evidenciar que vagonetas, minibuses, mini camiones, automóviles y camionetas sin papeles se venden sin ningún control en ese sector de Patacamaya, donde la oferta y la demanda definen los precios de los motorizados traÃdos a través del contrabando desde Chile.
“Este ‘toyotitaÂ’ 1999 (era un modelo Regius) te lo vendo en $us 3.900”, ofrece un joven de unos 25 años. El motorizado que tiene capacidad para siete pasajeros, con documentos legales, puede valer $us 5.000 mÃnimamente.
A unos metros de él, un adolescente que supuestamente viajó toda la noche conduciendo un coche desde la frontera chilena intenta convencer a otro cliente. “Este Toyota Voxy (vagoneta que se usa en los Yungas) es del 2003 y pedimos $us 3.800”, oferta. Su costo legal puede ser de $us 8.000.
Chileno. Entre la hilera de motorizados chutos a la venta en ese comercio de Patacamaya se destacaba una vagoneta azul Ryder Nissan, con la placa HFHC-16, una matrÃcula que además llevaba la siguiente inscripción: Chile.
Dentro del habitáculo se pudo apreciar incluso un pequeño banderÃn con los colores de ese paÃs. “Es un Ryder original modelo 2007, tiene incluso aros niquelados originales estoy pidiendo $us 2.700”, dice sin tapujos un hombre de unos 35 años desde el interior del auto. Este medio ya habÃa visto coches con placa chilena en la feria de Pampa Colorada a fines de mayo, pero ésta era la primera vez que se evidenció cerca de la ciudad de La Paz.
Se desconoce si el auto fue robado en Chile. “No, no hay problema, podemos clonar los papeles con otro legal y listo ya está para manejar”, promete entusiasmado el chutero, ante quienes preguntan qué se hará al final con la placa chilena. Ese motorizado Ryder comprado de forma legal cuesta hasta $us 8.000.
El contrabando de autos indocumentados en Patacamaya también va de la mano de la comercialización de fardos de ropa usada, repuestos y llantas, que se venden en quioscos al lado de los vehÃculos.
A 15 minutos de este mercado ilegal, a un costado de la nueva doble vÃa La Paz-Oruro, están las oficinas de Aduana 24/7 de Patacamaya, que fueron inauguradas en julio de 2018. Las instalaciones permiten el despacho abreviado, ampliación de plazo para vehÃculos turÃsticos, y otros servicios.
No obstante, ese domingo 15 de septiembre, ningún personero de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) y menos de la PolicÃa fiscalizaban la venta de autos chutos en el corazón mismo de Patacamaya.
Si bien los campesinos de la provincia Pacajes, a la que pertenece ese municipio, son los primeros compradores de estos motorizados, otros también llegan desde La Paz.
“La gente viene a Patacamaya a comprar un ‘chutito’ para después hacerlo desarmar y vender sus repuestos, asà se gana muy bien”, cuenta un chofer que hace el servicio interprovincial de Patacamaya a la ciudad de El Alto.
Algunos compradores de autos sin papeles comercian después los accesorios en la feria alteña 16 de Julio.