Medio centenar de empresarios chinos han logrado adjudicarse obras sin licitación internacional para la ejecución de millonarios proyectos, cuyo costo asciende a 2.000 millones de dólares. La mayorÃa de las firmas asiáticas tienen participación estatal.
“No estamos solos, hay presencia china en Bolivia”, dijo el presidente Evo Morales en Caraparà (Tarija), el pasado 22 de octubre. Con esa declaración, el mandatario confirmaba la presencia del gigante asiático en territorio nacional, en áreas como la hidroeléctrica, electricidad, infraestructura vial (carreteras, puentes), agricultura, manufactura, innovación tecnológica y en industrias extractivistas, como minerÃa y energÃa.
Actualmente, China es el principal acreedor bilateral de Bolivia, cuya deuda con el paÃs asiático asciende a 608,4 millones de dólares y, según un reporte del Banco Central de Bolivia (BCB) de 31 de agosto de 2016. Asimismo, el paÃs asiático es el primer proveedor de bienes y servicios.
Recientemente, el consejero Económico y Comercial de China en Bolivia, Yao Ming, afirmó que en Bolivia hay más de 50 empresas chinas instaladas, pero que esa cantidad “sólo es el comienzo”.
En los últimos años, unas 50 empresas de la República Popular China, han logrado adjudicarse -por la vÃa directa- proyectos de gran envergadura en Bolivia, valorados en $us 2.000 millones. Esta cifra representa casi un tercio del total de la deuda externa pública, que es de $us 6.646 millones.