Este sábado se cumplen dos meses desde que las personas con discapacidad hicieran su arribo a la ciudad de La Paz. Utilizando diversas estrategias y luego de haber perdido vidas en su lucha, le piden al presidente Evo Morales que se sensibilice con la demanda de un bono mensual de 500 bolivianos y la difÃcil situación por la que atraviesa el sector.
“Producto de esta lucha se han dado vidas, han quedado niños en la orfandad y aun asà no se tocan el corazón. Señor Presidente (Evo Morales) analice cómo puede vivir una persona con discapacidad que perdió para siempre la movilidad, usted dijo que era de las bases, del pueblo, aquà está el pueblo pidiendo a gritos una solución clara. Señor Presidente, tóquese el corazón, ya no nos haga sufrir más”, señaló la lÃder de las personas con discapacidad de Cochabamba, Rosemary Guarita, quien recordó el suceso ocurrido el pasado 9 de junio cuando dos personas con discapacidad de su departamento, murieron atropelladas por una conductora en estado de ebriedad, mientras llevaban a cabo su medida de presión.
Es una de las movilizaciones más largas que se ha presenciado en la sede de Gobierno en los años de democracia. Durante estos 62 dÃas trascurridos, las personas con discapacidad que buscan el pago de una renta solidaria mensual, han sido protagonistas de diversas medidas de presión. Fueron vÃctimas de gasificaciones, ataques con chorros de agua lanzados desde carros neptuno y otras arremetidas que recibieron en su intento por ingresar al centro polÃtico del paÃs (plaza Murillo).
También realizaron crucifixiones; se sujetaron de sogas para colgarse de sus sillas de ruedas a la altura de la pasarela de la Pérez; se desnudaron para mostrar sus amputaciones y heridas. Incluso desarrollaron medidas creativas y pacÃficas como el envÃo de mensajes al Presidente mediante cartas de forma de avioncitos de papel y el tendido de alfombras de flores frente a la residencia presidencial.
Sin embargo nada de eso dio lugar a que el primer Mandatario se pronuncie al respecto o determine entablar un proceso de diálogo con el sector.
ResfrÃos, males estomacales, cansancio son parte de la rutina de la vigilia. Debido al evidente desgaste fÃsico y hasta emocional en sus miembros, muchas personas retornaron a sus regiones. “Quieren desgastarnos, cansarnos y que nos vayamos, pero no va a ser asÔ, aseguró Gurita, quien permanece en La Paz.
Reconoció que ha sido un largo proceso de lucha incluso más de lo que pensaban cuando partieron el pasado 21 de marzo en caravana desde la ciudad de Cochabamba. “¿Es larga?, sÃ, es larga la lucha, ¿pero qué podemos hacer?, es lo único, estar firmes, hasta hoy no hay una solución clara, un acercamiento claro, que quiere nuestro Gobierno, ¿qué muramos aquÃ? Nosotros mismo nos sorprendemos, cómo hemos podido aguantar tantas cosas, es que nuestra vida es asà siempre, es dura, pero hemos partido con una consigna, una misión y la vamos a lograr”, manifestó Guarita.
El pasado 27 de enero en Cochabamba inició la primera vigilia, a la que se fueron sumando comisiones de otros departamentos. Posteriormente una caravana de personas con discapacidad partió el 21 de marzo desde la ciudad de Cochabamba y recorrió 379 kilómetros durante 35 dÃas para llegar a la ciudad de La Paz el 25 de abril.
Diálogo
El 13 y 14 de mayo, autoridades del Gobierno y las personas con discapacidad movilizadas instalaron una mesa de diálogo, la misma que terminó en un enfrentamiento luego de que el Gobierno nuevamente anunciara su negativa para tratar el pago de la renta. El 17 de mayo igualmente fracasó otro intento de diálogo por los mismos motivos. En el transcurso de la marcha de los discapacitados, también se hizo al menos tres intentos de acercamiento que no tuvieron resultados positivos.
Finalmente, solicitaron la intermediación de la Central Obrera Boliviana (COB). El ente matriz logró una nueva invitación programada para el dÃa 9 de junio, sin embargo, esa fecha el movimiento se encontraba de luto por la muerte de sus compañeros, entonces el diálogo fue suspendido y hasta la fecha no se lo volvió a instalar.