Con la última decisión del Gobierno, el pasado 19 de enero, de entregar el proyecto de desarrollo siderúrgico del Mutún a la firma Sinosteel, por $us 450 millones, las empresas chinas en el paÃs, a lo largo de la última década, se adjudicaron alrededor de $us 2.450 millones. Según expertos, dicha cifra es catalogada como histórica. Es que representa nada menos el 7,8% del Producto Interno Bruto (PIB) y más de la tercera parte del total de la inversión pública de $us 6.300 millones que el Estado proyectó desarrollar esta gestión.
Un análisis reciente del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA ) señala, que las empresas y consorcios como Sinohydro, CAMC Engineering Co. Ltd., Bolivia Branch, Railway y Sinosteel al menos desde hace cinco años se hicieron cargo de la construcción de carreteras, la planta hidroeléctrica de San José, la instalación de una planta industrial de azúcar en San Buenaventura, la instalación de la Planta Industrial de Sales de Potasio, el montaje de la planta siderúrgica de El Mutún y la construcción de ferrovÃas y puentes, entre las obras más importantes.
Un panorama sombrÃo. Al menos cinco grandes empresas chinas han arribado a Bolivia, para adjudicarse grandes proyectos de inversión pública en carreteras, minerÃa, actividad petrolera e infraestructura industrial. Al unÃsono, intelectuales, economistas y expertos de los sectores involucrados señalan, que la apuesta de China hacia los paÃses latinoamericanos, tiene una ambición expansionista con el objetivo de capitalizar los recursos naturales y acrecentar el extractivismo, incluso, dejando en segundo plano el desarrollo de los pueblos y su incorporación a la tecnologÃa. Teófilo Caballero, economista y expresidente del Colegio de Economistas, señala, que los paÃses emergentes como Bolivia, donde solo se produce materia prima, el interés de China, además de vender bienes de capital a servicios, cuyas adjudicaciones a empresas chinas, estuvieron ligados a créditos condicionales, como sucedió con la china CAMC Ingeneering Co, que con el paso del tiempo esos recursos se convierten con cargo a deuda externa. "Muchos paÃses pobres como el caso de Bolivia, que no han sabido aprovechar épocas de la bonanza, han ingresado en una fase muy peligrosa de endeudamiento caro con el gobierno chino. En ese ámbito, lo preocupante, es cómo se administran los recursos del paÃs", argumentó.
Por su parte, Silvia Molina, investigadora del Cedla, manifestó que la presencia china está vinculada a cercenar los recursos propios del Estado, incluido los préstamos del Banco Central, también a recursos de organismos multilaterales (CAF y el BID), a ello se agrega los préstamos de China a través de la entidad gigante del Exim Bank, con el anunciado endeudamiento de $us 7.500 millones en los próximos años. "Dentro de esos fondos se mencionan memorándums como el estudio del proyecto Rositas. Es decir vamos viendo presencias de empresas chinas en sectores muy especÃficos, pero no en términos de inversión, sino para constituir en deuda pública", apuntó.
El agravante a todo ello, dice Molina que no se está hablando de empresas pequeñas, sino de grandes estatales chinas como CAMC, Sinohydro o la Harzone Industry Corporation, entre otros que han puesto en duda la calidad en el cumplimiento de los contratos con el paÃs.
"Los chinos vienen a Bolivia a hacer negocios y que gane mucho dinero su paÃs, como está registrado en la balanza de pagos que nos compra poco y nos venden mucho, y ellos al final de año ganan y se llevan a su paÃs", explica Germán Molina, economista.
Los principales contratos. De acuerdo a la información y los datos reflejados a lo largo de estos años del mismo gobierno, se deduce que las empresas chinas, al adjudicarse proyectos millonarios, mostraron demasiadas falencias no solo en el cumplimiento de los contratos, sino en el desarrollo de las obras, por una escasa capacidad técnica y con serios problemas laborales.
El caso más complejo es el escándalo con la empresa CAMC, cuya empresa presente en el paÃs hace más de diez años, en seis contratos ha tenido falencias e irregularidades con Bolivia. Esos contratos supuestamente irregulares tienen que ver con la adquisición de perforadoras para la estatal YPFB; otra irregularidad tiene que ver con la compra del camión perforador de agua para la gobernación de La Paz por $us 2,5 millones de dólares.; la construcción del ingenio azucarero San Buena Ventura, cuya adjudicación habrÃa sido forzada y a favor de CAMC, luego de haber sido descalificada dos veces. Asimismo, se precisa la fallida construcción del primer tramo del proyecto del ferrocarril Montero-Bulo Bulo. En tanto en el caso Misicuni, esta empresa no habrÃa acreditado la solvencia de sus profesionales y finalmente en el proyecto Sales de Potacio, se adjudica a esta empresa, a pesar de las observaciones y antecedentes que ha librado en todos estos años.
El otro caso es la empresa china Ralway, que prácticamente con el 5% de avance, en más de dos años, abandonó la construcción del Ferrocarril, YapacanÃ- Bulo Bulo; por esa situación el Estado le ejecutó las boletas. La afectación, además de los recursos desembolsados, es la afectación de al menos tres años de retraso.
Según el propio ministro de Obras Públicas, Milton Claros, las acciones que tomó el Estado, fueron a causa de varias advertencias y ante un constante incumplimiento de contrato. "Estas empresas han brillado por su irresponsabilidad y con argumentos fuera de contexto", reconoció hace dÃas en contacto con El DÃa.
"Es impresionante el incumplimiento de contratos, el nivel de baja ejecución, incluso de subcontratación, hay una incertidumbre sobre cómo se manejan los recursos. No hay control de calidad técnica y planificación, dado que si no se cumple en el tiempo previsto ya es un daño para el paÃs", acotó la investigadora Molina.
El otro caso con problemas laborales se refiere a la empresa Sinohydro, cuyo contrato de $us 107 millones desarrolla la doble vÃa entre Ivirgarzama-Ichilo, de 66 kilómetros (km), cuyo tramo forma parte del corredor entre los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz. Esta empresa ha sido denunciada en más de una vez, de malos tratos a los trabajadores como una sola comida al dÃa, falta de ropa de trabajo, jornadas de entre 10 y 13 horas diarias. Aun el problema no ha sido resuelto. Además, dicha empresa ha sido denunciada el mes pasado de haber falseado documentos del staff de profesionales en su propuesta con el que se adjudicó la construcción de la doble vÃa de 28 kilómetros por más de $us 400 millones de El Sillar. Aún por esa situación la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), aún no ha logrado firmar el contrato y menos la “orden de proceder”.
Otros proyectos concretados. Gran parte de las obras desarrolladas con empresas chinas han caÃdo en el engrosamiento de la deuda externa. Es el caso del financiamiento de $us. 301 millones referente a la construcción y puesta en órbita del satélite Túpac Katari, cuyo gasto fue millonario a cargo de la gigante automotriz Great Wall, pero los resultados en términos de retorno de la inversión hasta ahora son desconocidos, además de los beneficios aún escaso del servicio de telecomunicaciones para el paÃs.
Lo mismo sucede con la adjudicación del Proyecto Siderúrgico del Mutún, cuya empresa adjudicada en enero, aún se encuentra a la espera de un contrato.